En agosto del año 2009, aprovechando que teníamos una boda familiar en Antequera, nos llevamos un colchón hinchable y ropa de cama, y terminado el evento, nos preparamos para recorrer el sur de Portugal en furgo.
En esa época aún no era tan común el alquiler de furgonetas camper, y las que había, era a un precio muy elevado. Así que buscamos varias ofertas en buscadores de alquiler de furgonetas como Confivan, para poder escoger entre varios modelos y tamaños.
Elegir furgoneta en el sur de Portugal
Inicialmente nos decantamos por una Fiat Scudo, que al ser pequeñita, sentíamos que era ideal para dormir los dos en el colchón. Pero cual fue nuestra sorpresa, cuando al llegar al aeropuerto de Faro, nos avisan que la Fiat Scudo que habíamos reservado no estaba disponible y que por el mismo precio nos dejaban una Iveco Daily enoooorme!
Cuando la vimos no nos sentíamos capaces de conducir ese trasto inmenso. Si hasta la silla del conductor tenía muelles! Pero era ya casi de noche y no teníamos otra opción. Así que dijimos: Va! Nos la quedamos! jajaja
Primera parada : OLAHO y TAVIRA
Como ya era muy tarde, decidimos buscar un lugar para pasar la noche cerca de Faro, y llegamos hasta Olaho, un pueblito muy hermoso y chiquito donde aparcamos en el centro! 😂 No sin antes dar unas cuantas vueltas para conseguir estacionar… no es tan fácil con una furgoneta de unos 6’40 metros de largo la primera vez.
El pueblo estaba muy animado así que aprovechamos para salir a tomar algo por la zona del puerto y disfrutar de la música en directo.
Después de una noche bien tranquila, al día siguiente nos dirigimos hacia Tavira, a pocos quilómetros de Olaho. Conseguimos aparcar la furgo (esta vez fue mucho más fácil) y nos fuimos a recorrer este pueblo costero lleno de encanto.
Con caminos empedrados y casitas blancas, Tavira es un pueblo precioso para perderse entre sus calles y disfrutar de las vistas.
Desde el pueblo se puede ir con un barco hasta la isla de Tavira. Es un sitio que prometía ser muy bonito, y en verdad lo es, pero está tan lleno de gente, de chiringuitos y de todo, que no vamos a mostraros ninguna foto ni tampoco os vamos a recomendar la visita. En verdad, nosotros nos fuimos en seguida y buscamos pueblitos más pequeños y menos turísticos, que son los que más nos gustan y disfrutamos.
Pueblitos tranquilos del sur de Portugal: SALIR y ALTE
Así fue como llegamos hasta Salir, Un pueblo realmente pequeño y sin problemas para aparcar (aunque ya empezábamos a tenerle confianza a la furgo). Además, justo detrás de la oficina de turismo del pueblo hay unos baños públicos gratuitos.
Cerca de Salir, se encuentra otro lugar muy mágico llamado Alte. Es un pueblito de montaña con pozas naturales. Se puede nadar con toda la calma y tienen además unas zonas con jardín y mesas donde muchas familias vienen a pasar el día. Es un lugar muy tranquilo y agradable. Se llega a través de la carretera de arena que sale por atrás del cementerio.
La alternativa a la Albufeira: Playa ALBOR
A la tarde nos dirigimos hacia playa Albor. Es una buena alternativa a la Albufeira, ya que en verano se vuelve muy turístico y masificado, y lo queríamos evitar.
Albor es un lugar muy curioso, con formaciones rocosas por donde puedes pasar por dentro y se forman pequeñas playas escondidas muy acogedoras.
Ferragudo: Una de las joyas del Algarve
Cuando empezó a atardecer fuimos en busca de algún lugar tranquilo y cerca de la playa donde poder estacionar para pasar la noche. Y llegamos a Ferragudo. Es un pueblito típico de pescadores con encanto, un poco turístico y por suerte, con algunos lugares tranquilos para estacionar. Vimos varias furgonetas cerca de una zona de playa y nos acercamos hasta ahí.
Peeeroooo… entre que era de noche y no conocíamos el lugar, terminamos aparcando la furgoneta en una zona de arena y conseguimos que la furgo quedara totalmente encallada. Ideal para que no la roben! Por suerte habíamos contratado el seguro a todo riesgo y al día siguiente vino una grua a rescatarnos. Fue todo un espectáculo sacar semejante trasto pesado del pozo que se había formado.
Al final, hasta terminamos invitando a una caneca (cerveza de medio litro) al conductor de la grúa por el sobreesfuerzo que hizo! Se la merecía!
Éste rincón del Algarve nos encantó. Las vistas del pueblo desde la playa son espectaculares, y al fondo se divisaba otro pueblo bonito, Portimao.
Al fondo vimos un señor rebuscando en la arena, que resultó ser un buscador de gusanos de los que se usan para pescar.
De nuevo en ruta, seguimos por el litoral portugués hasta llegar al punto más cercano del atlántico: El cabo de San Vicente.
Aunque es un lugar donde siempre hace frío, el día que llegamos nosotros nos regaló una mañana bien calurosa, que nos dejó estampas tan curiosas como ésta!
Las vistas son simplemente impresionantes, y todo el camino está lleno de pueblitos y acantilados, lo que lo hace muy entretenido hasta llegar al cabo de San Vicente.
Dormir en la playa: ODECEIXE
Por la tarde recorrimos varias playas buscando donde pasar la noche. Después de encontrarnos con varias zonas llenas de furgonetas y surfistas, como Carrapateira, seguimos la carretera hasta llegar a Odeceixe.
Es un pueblito bastante animado de noche y con la playa a unos cuantos kilómetros del pueblo. Hay una zona de parking que compartimos con otras furgonetas. Un lugar muy tranquilo y con éstas vistas únicas desde la misma furgoneta. Además, en la playa hay baños públicos.
Se nos estaba terminado la semana de recorrido por Portugal y teníamos que dejar la furgoneta en Lisboa. Así que la última jornada la dedicamos a ir acercándonos a la capital.
Fin de ruta: SINES y ÉVORA
Después de recorrer y pasar toda la mañana en el pueblito de Sines, decidimos desviarnos unos 50 km de la ruta a Lisboa y llegar a Évora. Ahí hay un lugar que nos cautivó:
LA CAPILLA DE LOS HUESOS DE ÉVORA
Es una capilla hecha con huesos y cráneos de más de 5000 personas que realizó un monje del pueblo. Es realmente impactante.
Hicimos un post sobre éste lugar y también este reportaje:
El pueblo de Évora también es muy interesante para visitar y pasear entre las callejuelas, ya que están llenas de monumentos y ruinas de tiempos pasados.
A última hora de la tarde llegamos a Lisboa, donde dejamos la furgoneta en el párking del aeropuerto. Se terminaba la ruta por el sur de Portugal en furgo «camper». Finalmente estuvimos alojados un par de días más en la capital portuguesa hasta que volvimos a Barcelona.
Una primera ruta en una furgoneta de alquiler Iveco Daily que fue la que plantó la semilla nómade en nuestra alma. Sólo tres años más tarde decidiríamos dejar todo y salir a recorrer por Sudamérica con el proyecto actual: FURGO EN RUTA.