¿Eres mujer y viajera? En este post te daré uno de los consejos prácticos más útiles para salir a la ruta. Después de viajar durante cerca de cinco años en una furgoneta vivienda por toda Sudamérica, hay algunas cosas que considero prácticamente imprescidibles. Esos elementos sin lo que no saldrías de viaje. Uno de ellos es la copa menstrual. Si ya la incorporaste a tu vida estoy convencida de que estarás conmigo, especialmente si eres viajera. Y si todavía no la usas y piensas que exagero -más allá de tu afición por los viajes- en este post te daremos diez razones para convencerte.
- Especialmente útil para viajeras despistadas. Sólo tienes que buscarle un lugar que normalmente tengas a mano para evitarte la incómoda situación de que te venga la regla y no tengas compresas o tampones a mano.
- Una alternativa perfecta para los países o las regiones donde escasean los productos de higiene personal. En las regiones más aisladas o en los destinos donde otras mujeres sufren las consecuencias de la falta de acceso a los productos de higiene personal, tú llevas contigo tu copa y no debes preocuparte más.
- Ecológica y sostenible. No tienes que tirarla después de cada uso, sino que la puedes utilizar tantas veces como quieras.
- Respetuosa con tu salud. A diferencia de los tampones, el uso de la copa es inocuo, así que no tienes que preocuparte por los efectos que pueda tener sobre tu salud. Te recomendamos que busques una marca con certificado de calidad de sus componentes para asegurar este punto.
- Económica. Con una inversión inicial de unos 25 euros, te ahorras la compra de compresas o tampones durante largo tiempo.
- Resistente: Después de dos años usándola, la copa menstrual está intacta. Y conozco a chicas que llevan muchos más años usando la misma copa menstrual sin problema.
- Cómoda: Simplemente te la pones y te olvidas.
- Fácil de usar: Después de usarla unas cuantas veces, el proceso te resultará bien sencillo.
- Higiénica: Sólo necesitas hervir un poco de agua después de cada regla. La limpias bien, la colocas en su bolsita y hasta la próxima se mantiene limpia y bien higienizada. Y en el caso de que alguna vez no puedas hervir agua, simplemente puedes lavarla bien con jabón.
- Fácil de encontrar: Si no encuentras un punto físico de venta, la puedes pedir por internet y en unas semanas (dependiendo del país donde te encuentres) la tienes contigo. Por poner un ejemplo, la copa que compré yo, «Me Luna», se puede adquirir on line en copameluna.com. Aunque tienes muchas otras marcas que puedes comprar on line, esta marca te ofrece un certificado de calidad conforme no lleva ningún elemento perjudicial para la salud.
Recientemente, nuestra amiga viajera del blog Tintín around the world nos propuso hacer un post colaborativo explicando la experiencia de diversas viajeras con su copa menstrual. Hasta doce chicas aceptamos el reto y le enviamos nuestra vivencia, coincidiendo en todos los casos que «la copa es lo mejor que nos podía pasar». Ah! Y hay que matizar en en ningún caso compartimos todos estos elogios a cambio de una comisión o un patrocinio. Simplemente se trata del reconocimiento de algo que un día nos cambió la vida. Aquí os dejo mi experiencia.
La experiencia de Marta con la copa menstrual
La copa menstrual llegó a mi por pura casualidad. Estábamos en un pequeño restaurante vegetariano que tenía una vitrina llena de artilugios que no sabía ni para qué eran. Entró una chica y se puso a hablar con la dueña sobre la copa que tenía en la vitrina y que le había llegado hacía poco. Yo puse la oreja porque no tenía ni idea de qué estaban hablando. Cuando terminaron de conversar, me acerqué a la dueña y me interesé por la Copa Menstrual. La dueña del restaurante me lo explicó con tanta pasión y me lo pintó tan bien que me entusiasmó la idea de probarla y usarla. Desde entonces, la copa menstrual es un elemento imprescindible en mi vida viajera.
Inconvenientes con la copa menstrual. La primera vez que la usé el problema fue para ponerla y sacarla. Ponerla, porque no sabía si la había puesto bien y tenía miedo de ir dejando rastro, que yo tengo una regla muy abundante. Y sacarla, por que es un proceso. Ahora lo veo como algo muy fácil, pero creo que durante las dos primeras reglas es el tiempo de transición que se necesita para estar segura de que la estás usando bien.
Principales ventajas. A nivel higiénico, los tampones contienen elementos tóxicos y químicos que pueden dañarte, y cuando me enteré de eso me preocupé bastante. La copa menstrual sabemos que no produce ningún mal, es más higiénica, más práctica y encima no produces residuos. La llevo siempre en la mochila. Antes cuando me venía la regla nunca llevaba ningún tampax encima. Ahora la copa siempre la llevo conmigo.
Cómo me ha cambiado la vida. Cuando estuvimos 3 meses en Venezuela, ahí es casi imposible encontrar tampones. Y pensé, pues menos mal que tengo mi copa. La verdad que me da la sensación que todo es mucho más sencillo ahora. Controlo mucho mejor el tiempo de duración de la regla. Me he dado cuenta que no es tanta la sangre que perdemos. Y siguiendo las recomendaciones de la señora de Filandia, donde la compré, intento siempre que puedo, poder ofrecer mi sangre a los árboles y plantas que vamos encontrando en nuestra ruta, en un ritual con la madre tierra que me ha unido mucho más a ella.
Consejos prácticos. Para quien quiera usarla y todavía no haya dado el paso, simplemente os recomiendo que no os estreséis con las dos primeras reglas, que creo que son las de transición para aprender a entenderse con la copa. Por lo demás, es todo taaaan fácil que te preguntarás: ¿¡Por que no lo hice antes?!
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