En el municipio de Arboletes, Antioquia, Colombia, hay una joya escondida que los lugareños conocen muy bien: El volcán de lodo. Son muchos los vecinos que cada semana visitan sus terapéuticos lodos y se ponen en remojo para conseguir una piel más fina e hidratada, así como otras propiedades que se le atribuyen. Con un diámetro de 55 metros, y situado prácticamente a nivel del mar, esta mega-piscina se encuentra a pocos minutos de la localidad de Arboletes.

Caminamos por la playa de Arboletes hacia el volcán de lodo. Por el camino nos encontramos con cuatro esculturas vivientes que se acercan hasta nosotros. Son algunos de los chicos del pueblo, que vienen de darse un buen baño de lodo. Nos explican que cada semana hacen una escapada al volcán, por sus propiedades y sus circunstancias únicas. Se trata de uno de los pocos volcanes del mundo que se encuentran prácticamente a nivel del mar.

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Volcán de lodo – La sensación de levitar

Y realmente la experiencia de bañarse en el volcán de lodo de Arboletes es única. Porque no llegas a tocar el suelo. Te hace levitar. Y quedas atrapado entre esa sustancia viscosa pero sólida a la vez que te envuelve por todas partes. Habíamos estado en otros volcanes de lodo, pero ninguno como el de Arboletes. Meterte en esa superficie de barro inabarcable es una sensación única que no puedes perderte si viajas al Caribe colombiano.

Para llegar hasta el volcán se puede ir directamente con la furgoneta y aparcar en el parking que hay disponible en la propiedad, pero entonces hay que pagar, y el importe varía depende del día. Nosotros decidimos dejar la furgoneta en el pueblo de Arboletes, donde estábamos estacionados y llegar caminando siguiendo por el borde de la playa hasta el lugar. Por el camino vas encontrando gente que regresa llena de lodo, convirtiendo el camino en un ruta bien interesante.