Nuestros orígenes como músicos callejeros se encuentran en las quebradas del noroeste argentino. En este capítulo os explicamos cómo nos iniciamos en el arte de tocar en la calle.
Nuestros orígenes como músicos callejeros se encuentran en las quebradas del noroeste argentino, entre algunos de los parajes más increibles de este país. Todo empezó con la compra de una pequeña flauta a un indígena que tocaba en un anfiteatro natural antes de que nuestro viaje se uniera, durante unos días, al de dos músicos argentinos que recorrían su país haciendo dedo.
Los dos caminos que llevan desde Cafayate hasta Salta prometen recorridos maravillosos, de manera que decidimos hacer los dos: atravesar primera la quebrada de las conchas y volver a la capital del vino torrontés para tomar el camino que te lleva hasta la quebrada de las flechas, pasando por varios pueblecitos de adobe donde todavía se teje con telares, como se ha hecho toda la vida.
Tras pasar por diversas formaciones geológicas de la quebrada de las conchas, llegamos hasta el místico anfiteatro, donde la aparente soledad nos une con la naturaleza, en uno de esos puntos mágicos, que los caprichos de la tierra lo han convertido en un auténtico museo al aire libre.
De repente nos damos cuenta que no estamos solos, y un indio que yace en una esquina se ofrece a tocarnos alguno temas andinos. Tras deleitarnos con los sonidos amplificados por este escenario rocoso, le compramos un pincuyo. En ese momento no pensamos que esa pequeña flauta sería el instrumento con el que nos iniciaríamos como músicos callejeros.
De vuelta a Cafayate, nos encontramos con Santi y Marcelo, dos viajeros que conocimos en Tafí del Valle en situaciones adversas. Mientras nosotros superábamos una fuerte infección tras comer carne picada en mal estado, a ellos les habían robado prácticamente todo en su paso por Tucumán. Prácticamente todo, menos lo más importante: sus instrumentos, una guitarra y un bongo.
La segunda ruta hasta Salta la realizaríamos con los dos músicos, con los que conectamos desde el primer momento. En algún momento del viaje alguien propuso que tocáramos juntos en las terrazas de los restaurantes de Cachi, así que empezamos a ensayar algunos temas. Santi con su percusión, Marcelo con su guitarra, Marta con el coquito que nos regaló Thiago en nuestro paso por Brasil y yo con la flauta de la quebrada de las Conchas y con una melódica.
Caminando y cantando por las calles de Cachi parecía que hubiésemos tocado juntos toda la vida, parecíamos un grupo formado, cuando hacía unos pocos días que nos conocíamos. Una vez en Salta, seguimos nuestros conciertos, esta vez en la plaza principal de la ciudad. Empezaba nuestra carrera como músicos callejeros y también como artesanos, después que los chicos nos enseñaran cuatro puntos de macramé que con el tiempo iríamos ampliando. Si la desgracia nos hizo coincidir en Tafí del Valle, la música y el arte nos unió para siempre en las quebradas del noroeste argentino.
7 comentarios en “Músicos en ruta por Salta: los orígenes”
Moltes gràcies, Antonio!!! El cert és que amb la música aconsegueixes animar gairebé qualsevol situació i t’uneix moltíssim amb gent que gairebé ni coneixes. Ara mateix estem editant el següent vídeo, on seguim mostrant algunes curiositats musicals, a la ciutat de Salta.
Una abraçada!
Molt bo el vidio!
Es ben curiós com uneix la música. Ja tinc ganes de veure el següent vidio!!!
Que no pari!
Jeje! En ruta te acabas ganando la vida como puedes. Próximamente mostraremos también otra de nuestras facetas: nuestra iniciación a la artesanía! 🙂
Sí, Marta también toca la percusión, pero estaba liada con la cámara!!! Jejeje! Com sempre!!! 😉
Saludos Marta y Maria! cada vez me sorprenden más, aventureros y músicos
Vito
q bo,falta la chica! (MARTA) un saludo nois!
q bo,falta la chica! (MARTA) un saludo nois!