La provincia de Misiones ha despertado mi faceta más espiritual, la más reflexiva. Los sonidos de la selva misionera y los espectaculares parajes naturales, bañados por los saltos de agua del río Uruguay, invitan a la reflexión y dejan las puertas de la consciencia entreabiertas para conectarte con la naturaleza y contigo mismo.
En los alrededores del parque provincial Moconá hemos encontrado algunos de los rincones más espectaculares, hasta el momento, para pararnos a pasar el día y a dormir con la kombi. Primero fue en el salto de la Yerba, donde pudimos aparcar tan cerca del río que la brisa prácticamente se podía sentir desde la furgoneta.
Ahora estoy sentado frente al río, a tan sólo unos metros de Brasil, esperando que caiga el velo de la noche, rodeado del cantar de los grillos y de algún pájaro solitario. Me encuentro en el camping del restaurante las Malvinas, situado a 30 kilómetros del salto de Moconá, dónde estamos disfrutando de los momentos de mayor tranquilidad en estos primeros compases del viaje.
Por tercer día consecutivo, retomo mi momento de respiración profunda, una práctica que inicié en el salto Yerba, tras empezar a leer el libro de Indra Devi Respirar bien para vivir mejor, una práctica que intuyo que me acompañará durante el resto de mi vida. Aprovecho para agradecerle a Julieta que hiciera que el libro me encontrara, allá en Avellaneda, en Buenos Aires.
Estos días hemos tenido la oportunidad de descubrir los saltos de Moconá, que en guaraní significa ‘el que todo lo come’. Si bien son menos espectaculares que las cataratas de Iguazú, también son mucho menos conocidas, ya que todavía se promocionan muy poco de cara al exterior. Tiempo al tiempo. Se trata de una de las zonas de Argentina que más me seducían antes de empezar la ruta y de momento se están cumpliendo las expectativas.
Mientras construyen una pasarela que estará lista a principios del 2013, la única manera de llegar hasta los saltos de Moconá es en lancha. Nosotros optamos por un servicio no oficial, que además de llevarte hasta el punto en cuestión hace un trayecto de unos 30 kilómetros, saliendo desde el camping del restaurante las Malvinas.
El encargado de la excursión, Carlos Arturo nos hizo una completa explicación sobre la selva, el río y sus afluentes, la formación geológica de la zona y el de unos saltos que, tal y como nos dijo, cambian cada vez que se visitan, ya que dependiendo de la cuenca del río pueden llegar hasta los 9 o 10 metros o incluso desaparecer bajo las aguas crecidas del Uruguay.
Aunque los saltos eran pequeños cuando los visitamos, la fuerza de la naturaleza se deja sentir en este rincón del mundo en vías de desarrollo turístico, y el viaje en lancha valió también la pena desde el primer momento.
Al día siguiente nos acercamos en la kombi hasta el parque provincial Moconá, donde pudimos recorrer algunos de los senderos que te llevan hasta río. Aunque desde tierra no pudimos ver los saltos, los sonidos de los pájaros –la provincia de Misiones acapara el 50% de las especies de toda Argentina-, la observación de algunos animales y la tranquilidad de la selva nos cautivaron de nuevo.
Finalizamos nuestra ruta por los alrededores del Moconá en la reserva Yasi Yateré, regentada por una pareja de argentinos que cuida de un jardín botánico, destilan aceites esenciales y producen otros productos con los frutos de la selva, desde mermeladas o licores hasta la sorprendente madera comestible, que compramos para degustarla en escabeche.
Si quieres reservar un paseo en barca desde el Soberbio hasta los saltos del Moconá puedes hacerlo a través del mail : paseosyunis@gmail.com o llamando a los teléfonos 03755-495132 o 15490995.
La referencia es la siguiente:
Carlos Arturo de Yunis
Av. Rivadavia, 83 (Museo de los aromas)
3364 – El Soberbio – Misiones.
4 comentarios en “16. Reflexiones en la selva misionera”
Realmente creemos que el paseo en barco desde el restaurante las Malvinas es la mejor opción, ya que además de hacer un trayecto más largo que el oficial, Arturo hace una explicación bien interesante del trayecto. Suerte y no dudes en preguntarnos sobre cualquier duda!
Gracias por la información. Desearía hacer un paseo en barco por la selva y tu relato me motiva más aún. Además tienes información de contacto que espero me sea útil.
Saludos, Ibt.
De pinyons no és fàcil de trobar pel nord d’Argentina, així que si ens vols enviar alguns els posarem al proper pesto. Ens els pots enviar a Hotel Saioneta D 2.4. Per ser el primer pesto, a mi em va estar ben bo, però vaja, segur que és millorable.
Falten els pinyons! I l’oli ha de masserar, la pasta està passadissima i quina panxa q se’t veu! Ai la carn argentina…