Nuestro vínculo con el mate ha sido muy intenso en los primeros compases de viaje por Sudamérica, en los que hemos tenido una relación de amor-odio con esta yerba que ahora nos acompaña a todas partes, acercándonos un poco más a la cultura de esta zona del mundo. El día que me sorprendí poniéndome el termo bajo el brazo para poder agarrar el mate con una mano y abrir la puerta de la kombi con la otra me di cuenta que ya formaba parte de mi vida.
Poco después de llegar a Buenos Aires, Marta se empeñó en comprar un mate, el recipiente donde se coloca la yerba. La decepción fue al probarla, cuando descubrimos un gusto amargo al que no estábamos acostumbrados. Nuestra poca experiencia como cebadores no ayudó, sin duda, a mejorar el gusto, y el hecho que la calabaza se nos pudriera en los primeros días de tenerla tampoco contribuyó a que nos aficionáramos.
No obstante, durante nuestra estancia de un mes en Buenos Aires, mi compañera de viaje y de vida se fue acercando al mate cocido, mientras que a mi me empezó a gustar el mate dulce, aunque lo que realmente me sedujo desde el primer instante fue el ritual de compartirlo; los momentos de calma y de conversación alrededor de la humeante calabaza.
Nuestra afición al mate se fue acelerando conforme avanzábamos en nuestra ruta. En los primeros días, en la provincia de Entre Ríos, conocimos a Gastón, un payaso nómada que nos dio a probar por primera vez la yerba Taragüí, en su pequeño mate metálico de color morado. Allí empezamos a agarrarle el gusto. En los Esteros de Iberá estuvimos con una porteña que nos dio algunos consejos para mejorar nuestro todavía deficiente cebado. En Mercedes, fue la directora de Turismo quien tomó un mate con nosotros, acabándonos de aleccionar sobre el tema.
Allá donde íbamos aprendíamos algo nuevo sobre esta bebida que te activa por las mañanas y te acerca a la gente durante el día, de manera que cuando llegamos a la zona de mayor producción de mate de Argentina ya teníamos una base y ya nos habíamos comprado un nuevo mate –ésta vez de madera, para evitar males mayores-, una nueva bombilla, de acero, y un termo, para poder llevarnos el gustito amargo de la yerba a todas partes.
En Mercedes nos hablaron de las Marías, uno de los establecimientos de producción de mate y té más reconocidos de Argentina, y los responsables del mate Taragüí. Ahora que habíamos aprendido algunos de los secretos para tomar un buen mate, queríamos conocer los procedimientos de cultivo y elaboración de la yerba. Una vez allí, nos hicieron una visita guiada por esta impresionante estancia, donde la naturaleza y la tradición van de la mano de la producció de la yerba mate.
De las Marías salimos habiendo aprendido alguna cosa más sobre el proceso de cebar el mate, descubriendo todo el proceso de elaboración y con un nuevo cargamento de mate Taragüí y de la Merced, la gama alta de la marca. También nos obsequiaron con un mate más grande de cristal y cuero, una bombilla de alpaca y un termo que son los que utilizamos ahora de forma habitual.
Finalmente, nuestra ruta de aprendizaje ha llegado hasta Apóstoles, la capital de la yerba mate, por la gran cantidad que se produce. Después de pasar por la casa del mate, tomamos nuestros primeros tererés, o mate frío, una práctica que cada vez nos gusta más, ahora que el sol pega fuerte, ya sea invierno o verano. Mañana seguiremos nuestra ruta hacia el norte, con el termo bajo el brazo, a ver si encontramos nuevos consejos o nuevas maneras de hacernos un delicioso mate.
2 comentarios en “15. El mate se toma así”
Que bo que t’hagi agradat tant el capítol i que t’aficionessis al mate! La Marta en pren cada matí sense falta i si no troba a faltar alguna cosa. Li dóna un munt d’energia i li aporta alguns components, com magnesi o ferro, que té baixos, així que estem contentíssims amb el mate i seguirem sortint prenent mate als vídeos. Sobre les teves ganes de viatjar, només es treuen d’una manera: agafant la furgo o el transport que sigui i llençant-te a la carretera! A nosaltres ens va costar 4 anys llençar-nos, però realment està valent la pena i quan ja hi ets tot sembla més fàcil del que et pinten, independentment de les situacions personals que pugui tenir cadascú, evidentment. Una abraçada! 🙂
Ara si que si!!!
Impresionant el vidio, l’explicació…tot!!!
Jo fa temps que prenc mate. Tinc un molt bon amic que em va portar tot el necessari per pendre’l de Paraguai. I abans ja en preneia, però…amb material comprat aquí i allà, i no tenia el mateix gust.
Quina enveja!!! jo tambe vull voltar per aquests mons i veure amb els meus ulls tot el que veieu.
Disfruteu, i pengeu més coses sobre el mate!!! que se’n pren a un munt de països.